El proceso de soldadura blanda consiste, principalmente, en elevar la temperatura de dos piezas de cobre (terminal y pista) y aportar una aleación de estaño, cobre y/o plata con el fin de crear la unión íntermetálica de dichas pieza.

Esto conlleva irremisiblemente la generación de “humos de soldadura” o lo que es lo mismo; emisiones de humos visibles y no visibles (gases).

En algunas empresas, se tiene la idea equivocada que los humos de soldadura blanda contienen “plomo” u otros metales pesados, esto no es así ya que sería necesario trabajar a altísimas temperaturas para que estos humos contengan partículas de estos metales.

Los humos de soldadura visibles contienen partículas muy diminutas en suspensión con un tamaño de 0,01 mm. que la mucosa nasal no es capaz de retener y llegan hasta los alvéolos pulmonares.

Por otro lado los gases o humos de soldaduras no visibles son muy peligrosos ya que en el proceso de calentamiento se generan continuamente producto de las reacciones químicas.

Humos y gases más comunes producidos en el proceso de soldadura blanda:

  • Monóxido de carbono.
  • Ácido hidroclorhídrico.
  • Aldehídos alifáticos.
  • Ácidos primarios.
  • Ácido abiético. (colofonia)
  • Compuesto orgánicos volátiles (V.O.C).

Legalidad vigente:

La directiva europea 98/24 CEE y 2000/39 CEE y en particular el Real Decreto 374/2001 de 6 de abril sobre la protección de la salud y seguridad de los trabajadores contra los riesgos relacionados con los agentes químicos durante el trabajo muestra en su artículo 2, apartado 5 la definición de un agente químico peligroso y los medios técnicos que deben utilizarse para prevenir el riesgo de exposición. (ver R.D. 374/2001).

“Los agentes químicos que cumplan los criterios para su clasificación como sustancias o preparados peligrosos establecidos, respectivamente, en la normativa sobre notificación de sustancias nuevas y clasificación, y envasado y etiquetado de sustancias peligrosas y en la normativa sobre clasificación, envasado y etiquetado de preparados peligrosos, con independencia de que el agente esté clasificado o no en dichas normativas”

“Cuando la naturaleza de la actividad no permita la eliminación del riesgo por sustitución, el empresario garantizará la reducción al mínimo de dicho riesgo aplicando medidas de prevención y protección que sean coherentes con la evaluación de los riesgos.”

Consideraciones:

Estos tipos de humos son peligrosos para la salud si se inhalan. Las personas pueden quedar permanentemente sensibilizadas a dichos humos y si la exposición es continua, incluso a cantidades muy pequeñas, se puede causar ataques de asma, irritación de los órganos respiratorios, descamación de la piel, “gripe del soldador” u otras enfermedades respiratorias.

Un sistema de extracción de humos adecuado le ayudará a:

  • Proteger la salud de los empleados.
  • Asegurar el cumplimiento con las regulaciones y normas de salud y seguridad.
  • Reducir las quejas de los operadores, debido a los olores y los vapores.
  • Evitar el posible costo de las reclamaciones de indemnización de salud.
  • Reducir el tiempo absentismo laboral.
  • Aumentar la velocidad de producción.
  • Reducir la contaminación del producto.
  • Proporcionar un mejor ambiente de trabajo